新聞稿: II.1 (阿根廷)

Un experimentado técnico de handball dijo cierta vez sobre la fase de descenso "es un torneo aparte, un equipo que jugó una fase de descenso puede decir con orgullo que la peleó, que enfrentó la adversidad y sigue de pie, no importa en qué liga".

Esta temporada nuestro festivo club Caipirinha se quedó a las puertas de los playoffs, pagando la inestabilidad generada por la etapa de reconstrucción que atraviesa el club.

En la temible fase de descenso ya se jugó un partido y felizmente se pudo dar cuenta del peligroso Resacas, gracias al usavasal que el médico puso en el agua de los jugadores.

Pero aún quedan nueve peligrosas fechas y no hay lugar para festejos, ya que se deben sumar cuantos puntos sea posible para poder jugar la promoción.

Sin importar cuál sea el resultado final, Caipirinha, al igual que todos los otros equipos en fase de descenso, ya se ganaron un importante premio: haber mirado a la temible fase de descenso directo a los ojos y vivir para contarlo.

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